“Adiós, Pequeña es una novela donde el humor, al volver grotesco todo procedimiento del género, toma la distancia necesaria del típico policial.”
Gabriela Stoppelman en la revista "Tamaño oficio"
“Adiós, Pequeña atrapa por la calidad de sus diálogos, ya que impera en ellos un sarcasmo por momentos brutal. Se palpa la respiración del ingenio y la ironía de Clandler, pero muchas imágenes y situaciones revelan que Damiani también es asiduo lector de Horace McCoy y de Elmord Leonard.”
Germán Cáceres en la revista "Lea"
“En su primera novela publicada, Marcelo Damiani incursiona en la narrativa policial. Aunque esa incursión presenta características muy particulares que, a la vez que sitúan la novela en aquel género, por otro lado le permiten ganar distancia respecto del mismo. En ese sutil posicionamiento, Adiós, Pequeña revela sus aspectos más interesantes.”
Raúl García en "Página/12"
“Adiós, Pequeña se erige como una parodia hacia los ‘clichés’ constitutivos del género policial clásico, y si tal como afirmara Borges ‘la novela policial ha creado un tipo especial de lector’, entonces esta novela propone un procedimiento inverso al conocido por medio del cual el lector debe ‘trabajar’ menos en cualquier ejercicio mental que se le presente y disfrutar más. Detective y lector recorren la novela cual flaneurs literarios garantizando el placer del juego que aquí se traduce en placer textual.”
Alma Rodríguez en la revista "Espacios"
“La parodia es una de las formas más elegantes de seguir escribiendo cuando ya no queda absolutamente nada por decir. En ese sentido, toda la literatura de Occidente puede ser considerada una parodia de sí misma. Una enorme oración que no quiere llegar a ninguna parte. La suma de sus temas tiende despreocupadamente a cero, y la suma de sus páginas tiende alegremente al infinito. Es ese vacío el que hace posible las historias, en él nacen y en él mueren todos los relatos, porque nada hay que nos sostenga además de las palabras. Pero esta levedad no carece de vértigos, de allí que los buenos textos paródicos provoquen en el lector eso que César Aira llama una sonrisa seria, y de allí que podamos afirmar que Adiós, Pequeña pertenece a esa clase de libros que uno lee pensando que si no existiera la literatura, en este planeta no existiría realmente nada.”
Carlos Schilling en "La voz del interior"