miércoles, 1 de octubre de 2008

Gambito de caballo

Por Marcelo Damiani

       "Con el correr del tiempo tuve la suerte de leer y releer casi todos los otros libros de Faulkner, especialmente El sonido y la furia, esa obra maestra construida a partir de la famosa frase de Shakespeare: “La vida es un cuento contado por un idiota, lleno de sonido y de furia, y que no tiene ningún significado”. Así había concebido a Benjy, el idiota que no puede procesar los sonidos del mundo más que cuando la gente grita “Caddie”, nombre de los chicos que llevan los palos de los jugadores de golf, pero también abreviatura del nombre de su hermana Candance, la belleza trágica y siempre en fuga que es un poco el centro descentrado de toda la novela, a pesar de los esfuerzos de su otro hermano, Jason, por extirparla con furia del ámbito familiar. Releyendo una y otra vez este libro, disfrutando de su exquisita estructura histérica, comprendí que Faulkner siempre jugaba una partida de ajedrez secreta con el lector desprevenido. Y ahí radicaba gran parte de su valor."

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