martes, 3 de diciembre de 2024
Un día con Bolaño
domingo, 3 de noviembre de 2024
Signos (Blog) vitales
La verdad es que no acostumbro a hacer posteos personales o por encargo, y tal vez esta vez sea la única excepción, para desafiar la regla, claro. Pero un lector, acaso el único real o válido, me ha señalado que tengo abandonado este blog, y tiene razón. En realidad me lo va a señalar en diez días, y yo, sorprendido y agradecido, por medio de la magia o trampa de la tecnología me las arreglaré para responderle de antemano con estas tres cuestiones que detallo aquí abajo.
Primero: Tema Bolaño. La entrevista que me concedió ya ha cumplido un cuarto de siglo, pero para mí es como si hubiera sido ayer. Esa mañana de domingo nublada en Barcelona, el viaje en tren hasta Blanes disfrutando de la costa azul, la caminata por el pueblo y el día que pasé charlando con él rodeado de su familia, comiendo y riéndonos como amigos, difícilmente podría olvidarlo. Quizá algún día debería escribir sobre todo eso en detalle, ¿no? Un día con Bolaño, podría titularse.
Segundo: Signos vitales. Mi libro, publicado hace tres años, no sería estrictamente una novela, sino más bien una antología personal. Tuve la suerte de poder volver a mi primera editorial, luego de algunas malas experiencias con otras más grandes, pero menos cálidas. Fue como un fin de ciclo antes del inicio de otro. Casi todos los cuentos que componen el volumen pueden encontrarse en este blog, aunque un poco desordenadamente, empezando por el prólogo y terminando acá.
Tercero: Muchas gracias, Tiago. Te debo una. Saludos. M.D.
jueves, 3 de octubre de 2024
El monolito y los monos de Héctor
martes, 3 de septiembre de 2024
sábado, 3 de agosto de 2024
miércoles, 3 de julio de 2024
Als die Nazis die Kommunisten holten
Als die Nazis die Kommunisten holten,
habe ich geschwiegen;
ich war ja kein Kommunist.
Als sie die Sozialdemokraten einsperrten,
habe ich geschwiegen;
ich war ja kein Sozialdemokrat.
Als sie die Gewerkschafter holten,
habe ich nicht protestiert;
ich war ja kein Gewerkschafter.
Als sie die Juden holten,
habe ich nicht protestiert;
ich war ja kein Jude.
Als sie mich holten,
gab es keinen mehr, der protestieren konnte.
lunes, 3 de junio de 2024
viernes, 3 de mayo de 2024
miércoles, 3 de abril de 2024
domingo, 3 de marzo de 2024
El buitre
sábado, 3 de febrero de 2024
Más allá de la espontaneidad y el cálculo
Por Marcos Rosenzvaig
El autor argentino que aborda el género cuento pareciera llevar en su ADN los cromosomas de Borges y Cortázar. No resulta sencillo escapar de esos senderos pródigos de ideas y de un lenguaje inconfundible. Sin embargo, Marcelo Damiani lo logra airosamente en su libro "Signos vitales", recientemente publicado por la editorial Paradiso. Esta antología personal compuesta por 17 cuentos y un prólogo encubierto es el resultado de quince años de trabajo.
Sus cuentos hacen ostensible una risueña acrobacia de la palabra con ideas desopilantes y personajes como los de una mosca, dos mosquitos y un jugador de pool (Espectáculo); finales ingeniosos como el del supuesto macho cavernícola que resulta sorpresivamente ser un niño de dos años (Precocidad); o la de dos marinos que fondean en un árbol de la vereda y que necesitan un escritor para contar su historia (Cuento por encargo). Ya no se trata del literato presionado por el editor o por la necesidad de sus lectores, sino de alguien que intenta alejarse de la medio ocre cotidianidad de los días.
Los robos, los secuestros asumen el tinte de películas de clase B enmarcadas en una doble realidad borgeana. Nada es real. Los sucesos parecen ser tránsitos de fotogramas extraídos de un pésimo guion, un director incompetente y actores anodinos que se creen genios. Y allí, Damiani juega con la influencia de Manuel Puig y la de Borges creando a partir de ellos un estilo propio.
Hay una mirada que desciende desde las alturas como un dios que es él mismo que se observa y observa a los otros. Hay momentos en que su personaje se contempla en situaciones diversas que escapan a la mirada omnívora, omnipresente de él sobre él y sobre los otros. "Yo sé que soy yo y que estoy acá, con Marianne y su perfume persistente, y sin embargo no puedo dejar de mirar mi cuerpo que está ahí, enfrente, al lado de Verónica contemplándome como si yo no fuera yo, sino él. No sé cómo pasó, pero yo no estoy donde está mi cuerpo" (Espejismos del fantasma).
La filosofía tratada como un juego de ardides, de maniobras inteligentes usando la palabra como un barrilete que anhela cielo. Y allí, en ese acontecer de cielo, el autor-niño revisita el origen de todas las cosas, el movimiento e incluso la muerte. Pero todo lo hace con un humor amargo como el del personaje que llega a la conclusión de que no le tiene miedo a la muerte, sino a la idea de que un día ya no esté más en el mundo (El inconveniente de haber nacido).
La reseña apareció originalmente acá.
miércoles, 3 de enero de 2024
Mar sonora
Por Sophia de Mello
Mar sonora, mar sin fondo, mar sin fin
Tu belleza aumenta cuando estamos solos
Y tan honda íntimamente tu voz
Sigue el más secreto baile de mi sueño
Que hay momentos en que yo supongo
Que eres un milagro creado sólo para mí.