martes, 3 de diciembre de 2024

Signos (Blog) vitales

       La verdad es que no acostumbro a hacer posteos personales o por encargo, y tal vez esta vez sea la única excepción, para desafiar la regla, claro. Pero un lector, acaso el único real o válido, me ha señalado que tengo abandonado este blog, y tiene razón. En realidad me lo va a señalar en diez días, y yo, sorprendido y agradecido, por medio de la magia o trampa de la tecnología me las arreglaré para responderle de antemano con estas tres cuestiones que detallo aquí abajo.

       Primero: Tema Bolaño. La entrevista que me concedió ya ha cumplido un cuarto de siglo, pero para mí es como si hubiera sido ayer. Esa mañana de domingo nublada en Barcelona, el viaje en tren hasta Blanes disfrutando de la costa azul, la caminata por el pueblo y el día que pasé charlando con él rodeado de su familia, comiendo y riéndonos como amigos, difícilmente podría olvidarlo. Quizá algún día debería escribir sobre todo eso en detalle, ¿no? Un día con Bolaño, podría titularse. 

       Segundo: Signos vitales. Mi libro, publicado hace tres años, no sería estrictamente una novela, sino más bien una antología personal. Tuve la suerte de poder volver a mi primera editorial, luego de algunas malas experiencias con otras más grandes, pero menos cálidas. Fue como un fin de ciclo antes del inicio de otro. Casi todos los cuentos que componen el volumen pueden encontrarse en este blog, aunque un poco desordenadamente, empezando por el prólogo y terminando acá.

       Tercero: Muchas gracias, Tiago. Te debo una. Saludos. M.D.