Por Marcelo Damiani
Los drones (término que literalmente significa zángano) han invadido
nuestro mundo. Capaz que hay uno sobrevolando mi casa mientras yo,
distraído, escribo estas líneas, y puede ser que haya otro sobre la suya
mientras usted las lee, ya que nadie sabe donde ni desde cuándo los gobiernos han
estado experimentando con ellos. No sería raro que todos esos platos
voladores de los que tanto hablan los fanáticos de la ciencia ficción no
sean más que drones que circulan por los cielos, llevando y trayendo
cosas de las que quizá no queremos saber nada.