jueves, 1 de julio de 2010

"Hoy sólo los artistas siguen siendo peligrosos"

Por Marcelo Damiani

       El siglo XXI acaba de aparecer en el horizonte y yo he cruzado el Canal de la Mancha por el famoso túnel, un poco preocupado por ese paseo por las entrañas de la Tierra. Pero vale la pena. Al otro lado me espera la ciudad luz, la torre Eiffel, el arco del triunfo, les Champs Elisées. También, imprevistamente, me encuentro con una retrospectiva del cine clásico de Hollywood de los años ´40. No puedo resistir la tentación de ir a ver de nuevo (aunque de alguna forma, como siempre, por primera vez) Casablanca, y disfrutar mucho más de la escena de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman paseando, precisamente, por París.



       El café "Le select" queda en uno de los lugares más interesantes de la ciudad: El Boulevard Montparnasse, muy cerca de la estación Vaivin. Afuera, después de la nieve nocturna, cuyos rastros todavía perduran en la vereda y los techos de los autos, el frío es impiadoso. Adentro, en cambio, el fuerte olor al café y la luz de esta radiante mañana de domingo, parecen invitar al visitante a probar los deliciosos croissants recién horneados.
       "La historia," leo en mi ejemplar de Lugar, "aunque a decir verdad los hechos escasos y simples que la constituyen, desde el punto de vista de las leyes del melodrama que imperan hoy en día en lo que podríamos llamar el mercado persa del relato, no alcanzarían a formar una historia, es más o menos la siguiente."
       Juan José Saer, como es su costumbre, llega a la cita con puntualidad y sonrisa envidiables. Saluda al mozo con la mano antes de sentarse y rápidamente se indigna al leer el título de una nota periodística que proclama el triunfo del cine de autor. "Esto es increíble," comenta, exagerando su asombro. "En los '60 teníamos tres consignas: La revolución sexual, la revolución social y el cine de autor. Estas tres cosas hoy han desaparecido. El otro día estaba leyendo una revista con el programa de la televisión para ver si había algo interesante y le ponían la máxima calificación a Desayuno en Tiffany´s y la peor a Inquietud de Manoel de Oliveira. Y ahora me hablan de cine de autor".

       La entrevista completa acá.